Los estados emocionales negativos como la ansiedad, el estrés, el nerviosismo… Tienen un impacto sobre tu cuero cabelludo y, por tanto están aliados con la salud tu cabello.
Como todo organismo vivo, el cabello tiene un aspecto externo y otro interno que se relaciona directamente con lo emocional.
De aquí, la importancia de saber qué emociones te perjudican el cabello para tratarlo.
El pelo graso, por ejemplo, tiene esa condición no sólo porque está insana la zona capilar, sino porque existe cierto desequilibrio emocional que promueve ese estado.
-La depresión y la tristeza provocan sequedad el cabello se manifiesta descolorido, quebradizo y sin brillo. La sequedad del cabello se puede provocar también con el exceso de sol, abuso del secador o plancha, calefacción y el uso de productos químicos.
-El nerviosismo y el estrés producen grasa, la cual es una protectora vital. Aún así, su exceso causa molestias estéticas como trastornos en la vitalidad de la fibra capilar, se relaciona también con etapas de grandes cambios hormonales. Es importante mantener una alimentación equilibrada.
-La falta de fuerza, la vitalidad; Cuando pasan estas situaciones difíciles, el cabello pierde fuerza porque la energía vital se apresta a estimular áreas imprescindibles para la vida. La médula del pelo se afina y este pierde volumen, cantidad. Que el cuerpo restaure su energía ayudara a recuperarlo.
-Estrés y la ansiedad afecta a todo el organismo. El cuero cabelludo recibe oxígeno de la irrigación circulatoria y una tensión cervical reduce el aporte de sangre y hace que pierda oxígeno y nutrientes. En esta fase el folículo piloso muere, del cual depende la estabilidad del pelo.
¿Y TU, COMO TE SIENTES?
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