Mi nombre es Rocío, y me gustaría darte una bienvenida personal a Bloom.
Tras diez años trabajando con un público femenino, hubo un punto de inflexión propiciado por
conversaciones con las propias mujeres. Esas charlas evidenciaban que no solo necesitaban
mis tratamientos de peluquería y estética por una cuestión de imagen. Por decirlo de forma
sencilla: no solo necesitaban cubrir sus canas, sino también abordar las preocupaciones que se escondían bajo esas canas. Y ahí fue cuando decidí apostar por el desarrollo personal.
Así nace Bloom (florecer en inglés). Como un proyecto único con la misión de embellecer el exterior desde el interior, porque “solo con el equilibrio del yo interno y el yo externo puede cada mujer lograr su mejor versión”
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